A menudo nos encontramos con empresas que registran una alta rotación de personal.
Posibles causas de la alta rotación de personal
Algunas veces el propio sector o el tipo de empleo son las causas de esta rotación. Sin embargo, en muchas ocasiones, esta circunstancia se debe a un descontento generalizado de los trabajadores que puede estar causado por:
- Mal ambiente laboral
- Falta de crecimiento profesional
- Mala organización del trabajo
- Remuneración por debajo del mercado
- Ausencia de reconocimiento
Cuando esto ocurre, las empresas tienen la posibilidad de analizar las causas y poner soluciones que reduzcan este problema.
Consecuencias de no solucionar la alta rotación de personal
En caso de no hacerlo, las consecuencias son, entre otras:
1. Gran gasto en selección (dinero y tiempo)
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, si a menudo perdemos trabajadores, deberemos poner en marcha nuevos procesos de selección, que nos costarán tanto tiempo como dinero.
Además, al tratarse de una selección de urgencia, no de algo planificado con antelación, podemos errar en la elección del candidato y tener que empezar todo el proceso de nuevo.
2. Trabajadores que deben asumir trabajo de los que dejan la empresa, con el consiguiente malestar
Cuando alguien se marcha de la empresa, y hasta que esta persona es sustituida, sus compañeros se ven en la obligación de asumir las responsabilidades y tareas que han quedado sin responsable. Esto hace que, en muchos casos, la carga de trabajo se vuelva insostenible y sume al malestar.
Aparte de que esta circunstancia se prolonga hasta que el nuevo trabajador que sustituye al antiguo está completamente formado y asentado en el puesto, lo que, en el mejor de los casos, supone entre dos y tres meses.
3. Gasto en formación de los nuevos trabajadores
Una persona nueva no da resultados el primer día. Incluso cuando ésta viene del sector y ha realizado un trabajo similar, necesita un periodo de adaptación y formativo, en el que la empresa debe invertir tiempo y, en ocasiones, dinero.
Si, además, esta formación la realizan los propios trabajadores (mentoring, por ejemplo), supone un sobreesfuerzo que puede pasar factura y hacer que dichos trabajadores se “quemen”.
4. A menudo, sobrecoste del nuevo trabajador frente al antiguo
La necesidad de cubrir el puesto cuanto antes nos puede obligar a pagar al nuevo empleado un salario mayor al que cobraba el anterior.
Lo que, además, produce un agravio comparativo que, si no gestionamos bien, generará un nuevo malestar en la plantilla.
Varias de las consecuencias de las que hemos hablado, hacen que muchos trabajadores decidan dejar la empresa, produciendo de nuevo una alta rotación que nos lleva a un círculo vicioso de difícil solución.
Por eso es vital para las empresas tener un departamento dedicado a cuidar la experiencia del empleado en todas sus áreas y fases.
Tan importante es seleccionar a las personas correctas, como saber ofrecerles las condiciones idóneas para que elijan trabajar y seguir con nosotros.
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